17 nov 2014
2.M Lo que queda...
Puede durar algo para siempre?
No lo se. Para siempre no es hasta que desaparezca el universo. Para siempre es hasta que desaparezca yo. Eso está claro para mi. En un barco o en un desierto, sigo sediento. Lleva años sin cambiar y parece querer seguir así. Además un enemigo que parecía ir desapareciendo poco a poco, vuelve a atacar. Vuelve a decirme, que está aquí y que tampoco tienen intención de irse. Esa puta ansiedad. Cosas que me atormentan y que parecen querer quedarse conmigo para siempre. Pero no sería el primero que vive a pesar de sus cadenas.
Pero hay otras cosas. Cosas que crees haber perdido y están hay debajo. Cosas que al releer conversaciones de hace años despiertan. Dolor, perdidas, reencuentros y risas... pero al fin y al cabo una sola cosa. Un sentimiento que cualquier mal posterior es incapaz de borrar. Podré acabar odiando a gente o peor aún, olvidándolos... Pero se que en el fondo estarán ahí. Acompañándome. Y una pequeña chispa como un trozo de conversación o un trozo de canción, despertaran un sentimiento que tal vez ya no comprenda bien porque ha perdido su contexto, pero que sin duda me arrancará una sonrisa y provocará un nudo en la garganta.
Olvidaré momentos buenos y olvidaré momentos malos. Olvidaré nombres. Olvidaré peliculas y olvidare sus canciones. Olvidaré caricias, abrazos y besos. Olvidaré palabras. Y los rostros se desdibujaran en mi memoria. Pero hay algo que no se puede olvidar porque no es parte de nuestra memoria. Es parte de nosotros. Es una constante. Es como la gravedad que atrae a los planetas. Eterno.
Y se que si viviera mil años y hubiera olvidado casi todo (incluso que fui yo quien escribió esto), estas lineas y estos sonidos son el tipo de cosas que serian capaces de despertar ese sentimiento. Y entonces quizás, sin más distracciones y con sólo ese sentimiento, dejará de ser el momento equivocado.