(letras manchadas de alcohol)
Hay distracciones. Siempre.
No te das cuenta de lo que realmente quieres.
Hacen que vivas sin luchar por lo que realmente quieres.
A veces es algo tan simple como más abrazos, más cariño.
Pero no has luchado por ello.
Ahora se entiende, cuando las distracciones se disipan, ves
las cosas más claras. Echas de menos algo. Algo que tuviste.
Algo intenso. Algo difícil de encontrar. Algo que te reconforte
en las noches duras.
Las noches de Frío, Sueño y Frustración. Cuando no consigues lo
que quieres, eso está ahí y te ayuda a seguir. Lo echas de menos cuando
no está.
Hoy no hay fotos, no hay canciones, sólo hay un vacío con el que tienes que
aprender a vivir, porque nada lo llena. Hoy echo de menos. Hoy estoy más solo
que ayer, más perdido.
No he dejado de beber porque sea malo. Si no porque cuando lo hago se disipan las
distracciones. Veo las cosas claras. Y no me gustan. Echo de menos. No avanzo. Y todo
sigue igual.
Hay gente que lo pasa peor. Hay gente que lo ha pasado mucho peor. Pero hoy por hoy soy
yo y hay que hacer algo para poder convivir conmigo mismo. Para dejar atrás las noches de
arrepentimiento y las noches de pena.
Cuantas veces más?
Que fácil era cuando era fácil.